El Cap de Creus es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el mar. Parque natural marítimo-terrestre, este contrafuerte de los Pirineos se adentra en el mar configurando una costa abrupta y recortada, con impresionantes acantilados y calas escondidas. Su paisaje, descrito a menudo como lunar por sus características formaciones rocosas, es uno de los mejor conservados del Mediterráneo y en él encontramos algunas –pocas—poblaciones, como Cadaqués, Llançà o Roses, junto con algunas calas poco urbanizadas, como Jóncols o Montjoi.
Destacan las poblaciones de Cadaqués, Port de la Selva, Llançà i Roses i las calas de Montjoi y Jòncols a las que se accede por una pista.
Bajo las aguas de sus playas y calas de ensueño encontrarás el escenario ideal para hacer tus mejores inmersiones. Descubrirás cuevas grandes y luminosas, paredes de gorgonias, coral rojo, langostas, meros, morenas, entre muchas otras especies.
Para principiantes
El Cap de Creus es un parque natural, de litoral recortado, formando calas y recovecos espectaculares y con una gran transparencia del agua, ideal para iniciarse. Encontrarás centros en Roses, Montjoi, Jòncols, Llançà, Cadaqués y Colera. Todos ellos ofrecen una amplia oferta de actividades: bautizos, cursos salidas de snorkeling para descubrir el fondo marino desde la superficie y bautizos de apnea.
Para buceadores
Si ya dominas el buceo, el Cap de Creus es tu destino, ya que podrás disfrutar al máximo de la riqueza de su fondo marino. Podrás hacer inmersiones nocturnas, salidas de apnea, cursos de perfeccionamiento, bucear entre los restos de barcos naufragados griegos, romanos y fenicios, ver increíbles paredes de gorgonias, congrios, mero, bancos de peces pelágicos...,
Y después de bucear
En el Cap de Creus no puedes dejar de visitar la casa del pintor situada en Portlligat, a un paseo desde el centro de Cadaqués, y cerca, en Figueras, el Museo Dalí, imprescindible para adentrarte en el genial universo del artista y repasar su trayectoria artística. Muy recomendable la visita al monasterio de Sant Pere de Rodes, por su arquitectura, sus increibles vistas y el centro de interpretación del parque natural. Y ¿por qué no? aprovechar las épocas más adecuadas para una salida de avistamiento de cetáceos.