Forma parte de los antiguos pueblos de origen pesquero de la Costa Brava, que han conservado su sabor tradicional y encanto paisajístico. Dicen en Llafranc que están en el punto justo entre tradición y modernidad, un entorno bien conservado y a pequeña escala, junto a excelentes servicios para el ocio y el turismo.
Destino de prestigio desde hace más de 50 años, destacamos su pequeño puerto, el paseo marítimo o el camino de ronda que nos lleva a Calella de Palafrugell, en un agradable paseo a ras de agua, apto para todos.